Introducción a la traducción audiovisual

El videomarketing ya es cosa del futuro. Ahora que YouTube es el segundo mayor motor de búsqueda, es importante que las empresas cuenten con una estrategia de videomarketing bien meditada. Si su empresa se desenvuelve en un mercado internacional, es probable que sea necesario localizar los vídeos.

La traducción audiovisual es la traducción de cualquier tipo de material audiovisual, como vídeos promocionales, aprendizaje electrónico, videoblogs, videojuegos, etc.

Por dónde empezar

Existen distintas técnicas de localización de vídeos, por lo que antes de decantarse por una es importante conocer a su público de destino y su canal.

Los usuarios tienen distintas expectativas según el mercado al que pertenezcan, y consumirán los vídeos de maneras distintas. Deben ser específicos culturalmente y funcionarán mejor si están adaptados a un país concreto, en vez de pensar solo en el idioma. Por ejemplo, aunque tanto en México como en España se habla español, los usuarios tienen distintas expectativas cuando se trata de localización de vídeos, y el público mexicano está más acostumbrado a los subtítulos que el público español.
Además, a algunas culturas les resultan más atrayentes los datos objetivos, mientras que otras prefieren las reseñas de usuarios. Esto influirá en gran medida sobre el tipo de vídeos que va a utilizar en su campaña de videomarketing.

Su empresa deberá tener en cuenta el canal en el que se va a publicar el vídeo. La técnica de traducción variará dependiendo de si el vídeo va a aparecer en la televisión, el cine, las redes sociales o una página web.

Técnicas de traducción audiovisual

Una vez haya identificado su público y canal de destino, estará en situación de decidir qué técnica de localización va a utilizar.

Si desea que el público perciba su producto como si hubiera sido creado especialmente para su cultura, la mejor solución es crear vídeos totalmente nuevos. Sin embargo, tener que crear vídeos para cada mercado puede ser una tarea ardua y muy cara.

Hay dos tipos principales de traducción audiovisual: subtitulación y resonorización.

Subtitulación

Los subtítulos son traducciones escritas que aparecen en la pantalla al mismo tiempo que el diálogo original.

Si sus vídeos se van a utilizar en redes sociales, los subtítulos tienen el valor añadido de poder verse aunque el sonido esté apagado. Hoy día, sobre todo para leer las notificaciones de redes sociales en el móvil, los usuarios no tienen activado el sonido de los vídeos, por lo que de este modo tendrá la seguridad de que el público recibirá su mensaje en su totalidad y de forma inmediata.

El SEO de sus vídeos mejorará con los subtítulos; los motores de búsqueda no entienden los vídeos, por lo que utilizan los subtítulos para encontrar más palabras clave que no aparecen en otros elementos, como etiquetas, títulos o descripciones.

Los subtítulos son una opción buena y rentable, pero es posible que tenga que estudiar el mercado de destino, puesto que hay algunos países donde el público no está acostumbrado a los subtítulos y no suelen gustar.

Técnicas de resonorización

Estas técnicas sustituyen el diálogo original con un diálogo en el idioma de la traducción. Las técnicas más populares son el doblaje y la voz superpuesta. Las técnicas de resonorización son una buena opción cuando el público de destino son niños, personas mayores o personas con discapacidad visual.

El doblaje consiste en sustituir completamente el sonido original con el diálogo traducido. El doblaje también adapta el movimiento de los labios, de modo que dé la falsa impresión de que el actor está hablando ese idioma de verdad. Esta es la técnica más cara, pero la que prefieren muchos países.

Este es un ejemplo de un vídeo doblado:

Y esta sería la versión subtitulada:

La voz superpuesta es exactamente eso: el diálogo traducido se oye en primer plano, con el sonido original atenuado en segundo plano. Es decir, que aún se puede oír la voz original de fondo. Esta es una buena solución intermedia en países que prefieren el doblaje, y resulta mucho más barata.

Este es un ejemplo de voz superpuesta:

Para elegir el método idóneo, hay muchas variables que es necesario meditar, entre ellas el público de destino, el canal de distribución y el presupuesto. Si necesita alguna ayuda para decidir cuál es la técnica más apropiada para sus contenidos, no dude en ponerse en contacto con nosotros.

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