Cinco errores comunes en la traducción de textos de ingeniería mecánica
Cualquier tipo de traducción exige elegir meticulosamente las palabras correctas, así como experiencia y conocimientos en la materia, para evitar errores que puedan resultar cómicos, causar confusión o incluso parecer insultantes. Y todos pueden ser igual de perjudiciales para su marca y su rentabilidad. En el campo de la ingeniería mecánica los riesgos son con frecuencia mucho mayores, puesto que los errores pueden tener graves consecuencias e incluso dar lugar a situaciones de vida o muerte. A continuación detallamos los cinco errores que hemos visto con más frecuencia en traducciones de ingeniería mecánica.
- Incoherencias en la terminología
Antes de empezar un proyecto de traducción sobre ingeniería mecánica, o sobre cualquier otro campo técnico, es imprescindible ponerse de acuerdo en la terminología que se va a utilizar en cada idioma. Algunos términos no pueden traducirse literalmente y una misma palabra puede tener varios significados en un mismo idioma. Estas dificultades suelen verse amplificadas en el caso de la traducción técnica, donde existen términos específicos del sector, y expresiones y abreviaturas que significan cosas distintas en distintos idiomas.
Una vez eliminadas todas las ambigüedades, los términos acordados se recopilan en glosarios que deben adoptar obligatoriamente todos los lingüistas que participan en el proyecto. La elaboración preliminar de glosarios hace posible el uso de una terminología correcta y coherente en todo tipo de contenidos. Resulta mucho más eficiente que tener que ponerse de acuerdo sobre cada término en pleno proyecto, y evita el largo y caro proceso de modificar los documentos de forma retrospectiva.
- Traducir sin contexto
A la hora de traducir cualquier tipo de contenidos, los traductores deben entender no sólo el uso al que irán destinados, sino también el contexto. Este aspecto es especialmente importante en proyectos de ingeniería mecánica, donde la precisión a menudo resulta fundamental para la seguridad o la eficacia. Cuando un lingüista sabe cómo se va a utilizar un término, podrá determinar si una traducción directa no resulta adecuada y buscar la alternativa idónea.
Aunque los traductores que trabajan con sus textos deben ser expertos en la materia, también es importante proporcionarles todo el material de referencia correspondiente, puesto que les ayudará a entender el contexto. Si es posible, el material de referencia debe incluir lo siguiente:
– Copias de los documentos de origen.
– Diagramas técnicos.
– Capturas de pantalla de las interfaces de usuario de las máquinas correspondientes.
– Fichas de datos de seguridad.
– Información sobre las leyes de conformidad normativa existentes en el mercado de destino.
- No localizar la interfaz de usuario de las máquinas
En un proyecto de traducción, muchas veces la interfaz de usuario se limita a un añadido de última hora, pero es sumamente importante que los paneles de mando de las máquinas estén localizados en el idioma del país, para que los hablantes nativos puedan utilizarlas de forma segura. De hecho, la interfaz de usuario es lo primero que se debería localizar, con el fin de incluir capturas de pantalla de los controles en el idioma correspondiente en los documentos auxiliares de la máquina, como son los manuales. Esto mejora la seguridad, puesto que los usuarios verán la misma terminología al consultar el manual que al leer la pantalla.
- No utilizar servicios profesionales
Resulta tentador intentar recortar gastos con personas no nativas o compañeros de plantilla nativos pero sin experiencia en traducción. Pero normalmente esto es una falsa economía. Se puede terminar con traducciones incorrectas, que además de dar una mala imagen de su marca, pueden comprometer los niveles de seguridad y provocar accidentes.
Lo mejor es acudir a un servicio de traducción profesional con experiencia en proyectos similares. Además de lingüistas expertos, los proveedores de servicios lingüísticos utilizan herramientas de traducción asistida (CAT) y memorias de traducción. Esta es una combinación ganadora para la traducción de documentos de ingeniería mecánica. Los documentos técnicos suelen tener una gran cantidad de contenidos repetidos, por lo que el uso de memorias de traducción ahorra tiempo y dinero a largo plazo. Con un uso correcto, y en conjunción con el trabajo de traductores expertos, pueden ayudar además a mejorar la coherencia y la precisión general.
- No revisar los contenidos antes de publicarlos
Los documentos técnicos jamás deberían publicarse sin realizar antes una corrección de estilo con la máxima atención. Revisar documentos a fondo lleva tiempo, por lo que habría que programar el proceso con mucha antelación con respecto a los plazos de imprenta o distribución.
También es importante hacer una prueba con las traducciones de la interfaz del usuario en su contexto antes de implantarlas en el producto. Esto permite al usuario final identificar cualquier problema durante el manejo de la máquina, para poder modificar la traducción según corresponda.
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